MONOGRAFIA: LA EDUCABILIDAD

MONOGRAFIA
LA EDUCABILIDAD
POR GIMENEZ NATALIA GISELA

Introducción:
 
En esta oportunidad desarrolla esta monografía bajo una mirada puntual sobre los sujetos de la educación, a través de la utilización de entrevistas como recurso de recolección de datos, con el cual se hondará en temas como la educabilidad, el contexto socio-cultural y socio-económico del sujeto, como así también sus experiencias y aspiraciones entre otras cosas. Ausubel aporta, que en los procesos educativos el aprendizaje depende de factores intrapersonales y situacionales. Se alude que los docentes y la sociedad tienen la necesidad de conocer qué aprender, cómo y cuándo se aprende según la edad o estado de maduración biológica y de los niveles psicológicos, como intervienen los agentes educativos, familia-escuela-sociedad-entorno, en la educabilidad.
Para sustentar lo anterior se anexa la siguiente cita: “La Educabilidad recibe aportes tanto de la sicología del aprendizaje, de la psicología del desarrollo y de la psicología social, como de la filosofía, de la sociología y de antropología”. Por esta mención tomaremos a sujetos de diversos años del sistema educativo secundario para analizarlos bajo una mirada crítica que hace Baquero teóricamente a la educación, ya que el sistema de educación pone bajo sospecha al individuo, cuando este se le imposibilita educarse. resalta Baquero, que todos los humanos son educables, y que las fallas no deberían buscarse en tales individuos, sino en los métodos de enseñanza, ya que es a través de la educabilidad que se hace humano y se tiene acceso a saberes específicos, de esta manera se espera que la educación potencialice a cada individuo.




Desarrollo:
Concepto de Educabilidad:
La educabilidad es una cualidad humana, conjunto de disposiciones y capacidades, que permiten a una persona recibir influencias para construir su conocimiento.
Herbert fue el primer autor que utilizó este término, y resume nuestra capacidad para aprender. Para que la acción educativa sea posible hacen falta dos elementos:
·         Educabilidad como capacidad para poder ser influenciado (educando).
·         Educatividad como capacidad para influir (educador).
 La diferencia entre el ser humano y los animales radica en que, el primero puede avanzar en el proceso educativo de forma consciente. Ya sabemos que el hombre posee una ductilidad cognitiva muy elevada gracias a la capacidad para dirigir sus cambios en los esquemas cognitivos(Piaget). Claro que todo esto depende mucho de la riqueza de los estímulos que ha tenido durante su vida. Al tratarse la inteligencia de una capacidad que es entrenable hasta cierto punto, se da la circunstancia de que cuanto mayor sea la complejidad de sus respuestas, mayor será la complejidad de sus esquemas y estructuras mentales. Estaríamos afirmando que la manera en que se desarrolle educabilidad tendrá un impacto directo sobre el desarrollo cognitivo final del individuo. Mayor educabilidad y estímulos hacen más completas las respuestas. La educabilidad no se fundamenta exclusivamente en factores psico-biológicos, es lo que nos diferencia de los animales, sino que la carga intencional es fundamental. Entonces, si suprimiéramos ese carácter intencional de la educación, el proceso sería una evolución similar a la de los animales. Gracias a la complejidad estructural del hombre y a la intencionalidad, podemos aspirar a convertirnos en el ser humano que deseamos ser. No estamos tan limitados por nuestra biología como el animal.
Otra característica de la educabilidad es que es personal y exclusiva de cada individuo. Por esto mismo se lucha por un currículo que respete la diversidad y atienda al alumnado de manera individual. Hasta ahora, el sistema educativo y sus niveles de concreción curricular ofrecen esta posibilidad, pero no se lleva bien en la práctica educativa a través de libros de textos, que fuerzan demasiado la homogeneidad. Por último, la educabilidad es activa, puesto que la intencionalidad exige la participación de la persona que se beneficiará de dicho aprendizaje.
Historia de la educabilidad Herbert fue quien acuñó el término educabilidad como un concepto clave dentro de las ciencias de la educación. El concepto fundamental de la Pedagogía es la educabilidad del alumno. Observación. El concepto de educabilidad (ductilidad, plasticidad) es de más vasta extensión. (...) De la educabilidad evolutiva se hallan rastros hasta en los animales más nobles. Pero la educabilidad de la voluntad para la moralidad solo la reconocemos en el hombre.
2. Se ha criticado la extensión de la definición por parte de Herbert de la educabilidad y por sus problemas semánticos que pueden provocar equívocos2 .3 Relaciona la educabilidad con la "ductilidad" y la "plasticidad" como se realizaría con elementos maleables; luego la toma como "educabilidad evolutiva" explicando que no solamente se encuentra en el humano; y, por último, se refiere a la "educabilidad de la voluntad" que en conjunto con la potencia y la inteligencia se obtiene la educación moral2 . Para la teoría naturalista, la educabilidad es la capacidad y exigencia de poder auto dirigir el propio perfeccionamiento, posibilidad negada en la naturaleza por la falta de espontaneidad de la misma.
Características de la educabilidad
 Las características de la educabilidad se encuentran dadas por cuatro factores:
1.    La educabilidad es personal: es una exigencia individual inalienable e irrenunciable, surgida de la personalidad y propia de la humanidad.
2.     La educabilidad es intencional: es el sujeto quién decidirá sus metas o ideales. Además, es referencial, porque sabe hacia dónde dirigirse.
3.     La educabilidad es dinámica: la actividad de las personas en la actualidad supone el pasar por esta actividad dotándose así de capacidades.
4.     La educabilidad es necesaria: ya que sin ella se privaría a las personas de autorrealización, personalización y socialización.
 Características sociales: Las personas nos desarrollamos dependiendo del contexto social en el que nos encontremos. Es importante señalar que, en los primeros años de nuestra vida, nuestra ductilidad es asombrosa, y que a medida que envejecemos la vamos perdiendo. Lev Vygotsky ya argumentaba la extraordinaria importancia que tiene el grupo en nuestro desarrollo. De hecho, somos seres sociales, y como tales, nos sentimos especialmente atraídos por establecer relaciones con otros. Los valores que vamos adquiriendo son producto de los intercambios entre grupos de iguales. Según la generación y su cultura, vamos aceptando o descartando aprendizajes, al mismo tiempo que los jerarquizamos. En las distintas sociedades, la educabilidad ha sido tratada desde distintas perspectivas. Algunas favorecían mucho el aprendizaje y el desarrollo cognitivo. Otras no tanto. Este conjunto de valores, medios, avances tecnológicos, que son característicos de un grupo van permitir encaminar los aprendizajes de una manera determinada.
 La tecnología en la época actual está demostrando ser una herramienta muy útil para mejor la acción educativa. La sociedad de la información o la del conocimiento, son algunos de los nombres que posee la época en la que vivimos. No es para menos que, los medios de los que disponemos amplían el saber y permiten que la información viaje a cualquier parte. De hecho, el sistema educativo tiene hoy una estructura y un currículo que no existía en otra época La acción de educar consiste, básicamente, en la transformación de la cultura socialmente útil en competencias y capacidades personales. Esa transformación se sitúa dentro de un proceso general de aculturación, y el éxito depende tanto de las características de los sujetos (educabilidad) y de las condiciones en que ese proceso se va a desarrollar (educatividad).
La educación de niños y niñas con síndrome de Down, o de niños y niñas gitanos, o de niños y niñas de familias obreras, nos han ido proporcionando ejemplos suficientes para poner de manifiesto que la educabilidad y la educatividad que emergen en los procesos educativos son conceptos relacionados y relativos. La educabilidad de los sujetos depende de las condiciones y la educatividad de los sistemas depende de su valor para educar a determinados sujetos. Esta es una cuestión general perfectamente verificable en el conjunto de la historia de la educación. La historia nos demuestra que no todos los sujetos son educables en todas las condiciones, o lo que es lo mismo: lo que es educativo para unos sujetos puede no serlo para otros. Un sistema, sea cual sea, no tiene el mismo valor educativo para todas las personas que se educan en él, de aquí que no pueda tomarse como un sistema dado y que, en consonancia, cualquier sujeto que no logre ser educado en ese sistema deba ser considerado como un sujeto “especial”. Para entender esto podemos citar un ejemplo sencillo: hasta hace muy pocos años, escribir con la mano izquierda era considerado como un defecto que los alumnos o las alumnas tendrían que corregir. Evidentemente, escribir con la derecha formaba parte de las condiciones del sistema educativo y se le reconocía por ello mismo un valor educativo absoluto. Con el tiempo, ha resultado evidente que escribir con una mano u otra no tiene por qué ser considerado una condición educativa dada, y que por tanto cualquier sujeto con esta forma de escritura es perfectamente asumible por el sistema educativo. Otro ejemplo útil para ilustrar la idea de educabilidad podemos encontrarlo en la idea de coeficiente intelectual. Durante mucho tiempo, un número pudo ser la diferencia entre ser educable y no serlo. En nuestro país un coeficiente intelectual de 50 era la raya que marcaba la diferencia entre ser considerado como un sujeto educable o un sujeto de las prácticas jurídicas o médicas. Pues bien, en la actualidad sabemos que el coeficiente intelectual no marca el grado de educabilidad de un sujeto, sino que éste depende de las condiciones que se puedan crear para él. Una vez definidos estos dos conceptos esenciales, podemos afirmar que la respuesta a la diversidad requiere una comprensión adecuada de las condiciones de educatividad que son adecuadas para cada sujeto, así como de las características de educabilidad que los sujetos presentan bajo determinadas condiciones. Calificar Comentario Otras respuestas (3) Calificada con la mayor puntuación La educabilidad es una cualidad humana, conjunto de disposiciones y capacidades, que permiten a una persona recibir influencias para construir su conocimiento.
La educabilidad como problema escolar: Una Matriz Comeniana
El tema de la educabilidad ha sido un tema sin duda clásico en el pensamiento pedagógico y aun filosófico. En términos generales parece hacer referencia a una suerte de inmadurez, incompletud o, visto desde un aspecto más positivo, una gran flexibilidad o posibilidad de cambio como producto de la experiencia, en sentido amplio, que parece portar de modo especial (o incluso esencial) el ser humano.
Incompletud y plasticidad, parecen expresar aspectos complementarios. Habría algo de una incompletud y apertura al cambio un rasgo de plasticidad, al fin, en el despliegue de la misma naturaleza humana que consiste precisamente en esta suerte de necesaria acción educativa para lograr su efectivo desarrollo. Sin embargo, esta primera dimensión del problema se ha articulado de diversos modos, pero con insistente recurrencia, con el problema de la educabilidad como capacidad de ser educado, esto es, como capacidad diferencial entre sujetos o grupos de sujetos.
En tal sentido, el problema de la capacidad de ser educado, como atributo de posible humanización se introduce con el otro clásico problema del desarrollo intelectual o inteligente.
 El problema de la educabilidad no parece ser equivalente a la capacidad de aprender, a secas. Primero, porque la posibilidad de aprender parece ser un atributo compartido con otras especies no humanas. En tal sentido, la educabilidad parece emparentada con los procesos de humanización en sentido fuerte. Se comprende que habrá un efecto particular sobre este problema con el surgimiento de las prácticas de escolarización masiva modernas. Será necesario aquí ponderar un juego de distinciones que, como veremos, aparecen con relativa claridad en el programa comeniano.
 En primer lugar, debemos diferenciar la educabilidad en general, la relativa a la capacidad de ser criado de forma humana y subjetivarse o si se quiere, la que concibe a tal atributo como esencial a lo humano, con el problema de la educabilidad en términos escolares, es decir, en términos del acceso a un conjunto de prácticas, valores y saberes específicos.
La matriz comeniana (Comenius, 1986) supone, como se sabe, un atributo de partida esencial a lo humano que justificará el ideal pansófico (aquél de "enseñar todo a todos"). Es propio de la naturaleza humana la dotación de sensibilidad y entendimiento. "Para Comenius el hombre completo, tanto su alma como su cuerpo, tienen el fin último de conocer. El hombre está constituido de un modo, entendimiento y sentidos, cuya finalidad es la de entender el mundo visible. El Hombre tiene un destino puesto que su naturaleza constitutiva lo predispone hacia ello. Tanto su entendimiento como sus sentidos le otorgan al hombre esa aptitud, y el deseo aparece necesariamente puesto que la finalidad de ambos lo orientan hacia ello". El ideal pansófico, que extiende el alcance de la instrucción a todos los hombres y mujeres, pivotea sobre el supuesto de necesidad universal y constitutiva de lo educativo para el desarrollo y completud o realización de la esencia de lo humano. Sin embargo, el propio Comenius advierte los desafíos que presenta la inclusión inicial y genérica de toda la juventud, con independencia de su origen acomodado o humilde, de su sexo o de su indudable variedad de tipos de ingenio.
 La superficie de emergencia la constituirán varios elementos importantes:
-       la inclusión "universal"
-       la creación de un colectivo de educandos  
-       la presencia de un régimen de trabajo, de regulación de espacios y tiempos relativamente homogéneo
-       la generación de un método único de enseñanza
-       la estructuración en forma graduada y simultánea de la enseñanza
-       la detección, como consecuencia de la ineficacia del método, de los no educables
Es importante recordar que en los supuestos de partida comenianos (y muy probablemente, en el conjunto de la matriz evolucionista moderna) existe una noción clave: la armonía supuesta entre el hombre y el orden natural, en el caso de Comenius, armonía que expresa aquella originaria concebida en la creación divina.
El ideal pansófico encuentra un primer desafío, el más duro. Existen rarezas en la humanidad, dice Comenius, como los "monstruos humanos" que resultan, al parecer, efectivamente ineducables "son espíritus completamente ineptos para la cultura" (Comenius, op.cit.: 45). Y agrega: "Es tan raro hallar seres en absoluto tan faltos de entendimiento como faltos de algún miembro por la naturaleza. En realidad, la ceguera, la sordera, cojera o mala salud muy rara vez nacen con el hombre, por lo común se adquieren por culpa nuestra; de igual modo la extremada estupidez del cerebro" (Comenius, op.cit.) El ideal pansófico pasa casi a ser casi universal. De todos modos, Comenius agrega que su extrema rareza lleva a no poner en duda el ideal universal. Por suerte, o desgracia, agreguemos, tenemos como objeto el análisis de los procesos educativos o la administración de una educación para una población y no el análisis de las inescrutables razones divinas. Sin embargo, a pesar de la ironía, la prescripción comeniana arroja un optimismo y una mirada penetrantes: los desafíos a la educabilidad no deben buscarse necesaria ni habitualmente en fallas de la naturaleza de los hombres, sino, en todo caso, en el efecto de las prácticas de crianza o educación humanas.
El giro contextualista o situacional
Hace unos años el psicólogo educativo Paul Pintrich subrayó la existencia de un cambio de paradigmas y metáforas en la comprensión de los procesos de desarrollo y aprendizaje: giro contextualista o situacional. Esta perspectiva apunta a algunos aspectos centrales del paradigma clásico. Las premisas de Vygotsky tomadas como punto de partida son:
  • La discusión en torno a las unidades de análisis para abordar el problema del desarrollo
  • La discusión en torno a la diversidad
Las unidades de análisis son el recorte de un problema que se juzga pertinente y suficiente para su abordaje. El recorte permitirá una comprensión teórica del fenómeno y arrojará pistas sobre las posibilidades de intervención.
Concepto de Educabilidad
Este giro contextualista o situacional pondrá bajo cuestión las explicaciones del paradigma dominante centrado en el individuo como unidad de análisis. Cuando se trata del fracaso escolar, ante un sujeto cuasi natural que debería aprender de modo natural en un espacio naturalmente dispuesto a esos fines, si éste no aprende según los ritmos esperados es natural sospechar de su naturaleza (la naturaleza de su cerebro, su CI, etc.) Se juzga su educabilidad como la capacidad individual de ser educado y no como la potencialidad de las situaciones educativas de promover desarrollo. Desde el giro propuesto, la educabilidad es entendida como una propiedad más de las situaciones que de los sujetos a título sólo individual. Tanto el desarrollo como el aprendizaje se producen en situación y es la situación la que los explica, aunque los efectos se vean en los sujetos. Esto no implica que se suprima la singularidad de los sujetos, sino que la posibilidad de producir singularidades es también efecto de estas situaciones. No hay posibilidades de explicar la subjetividad por fuera del lazo social y la mediación semiótica.

Bibliografía:
·        Comenius, Didáctica Magna Comenius, Juan.A. (1986-1632) Didáctica Magna, Madrid: Akal.
·        Ricardo Baquero, LA EDUCABILIDAD BAJO SOSPECHA
·        Baquero, Ricardo. “Sujeto y aprendizaje”. 1° Edición. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la República Argentina. OEA. FEMCIDI/OEA. 2006.
·        Baquero R. Vygotsky y el aprendizaje escolar, Buenos Aires: Aique. (1996)
·        HERBART, J.F.(s/f): Bosquejo para un curso de pedagogía. La Lectura. Madrid.

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